BIRKILAND. Diseño y fabricación islandesa.

Todo el mundo está a vueltas con las cenizas del volcán Eyjafjallajökull y esto ha hecho que la gente vuelva a acordarse de Islandia. Sí, ese país declarado hace unos años como el más feliz del mundo y de donde salen rarezas tipo Björk o bajas de paternidad de 3 meses remuneradas (ejem).

Si hace unos posts hablábamos del diseño danés, pues aprovechemos que el Pisuerga pasa por Valladolid y dediquémosle un pequeño apartado a los islandeses.

La naturaleza de Islandia es el contraste puro y duro: glaciares, volcanes, aguas termales, cordilleras... a lo que hay que añadir unas condiciones climatológicas adversas (con periodos de tan sólo 2 horas de noche). Es el país con el parlamento democrático más antiguo del mundo y del que no cabe destacar ningún conflicto social. Las únicas materias primas autóctonas son la piedra volcánica, la madera flotante y la lana. ¿Algo que salga de aquí puede parecerse a todo lo demás? Ellos trabajaban para afianzar su identidad mediante el diseño y la arquitectura. A principios del siglo XX comenzaron a estudiar fuera de Europa, pero una grave depresión económica hizo que dejaran de salir del país y en 1939 fundaron su propia Escuela de Artes Aplicadas. Esto supuso un punto de inflexión para el diseño en Islandia. Tienen interés por hacer productos que "salgan del corazón" aunque sean toscos, no buscan el refinamiento de otros países escandinavos. Reinterpretan formas existentes transformándolas en otras sorprendentes. El resultado siempre son objetos muy personales, es un diseño individualista (que no quiero que se confunda con elitista ni nada por el estilo). Vamos, un fiel reflejo de la naturaleza contradictoria del país: una fascinación por los avances tecnológicos unida a la más profunda conexión con la naturaleza.

Algunos de los más importantes diseñadores son (y presento las imágenes de sus obras en el mismo orden): Gudjón Samúelsson (nombrado con primer Arquitecto Nacional de Islandia en 1919); Gunnar Magnússon (cuyo objeto más famoso es la "silla Apolo"); Einar Porsteinn Ásgeirsson (creador de la "silla Bucky") o Vík Prjónsdóttir (un grupo de jóvenes artistas creado en 2005 y que trabajan inspirándose en los mitos del pasado y también del presente) .

No hay muchas empresas dedicadas en exclusiva a la venta de artículos islandeses, pero al final hemos dado con una. Y cuando la encuentras, compruebas que lo que decíamos anteriormente sobre los propósitos constantes de reafirmar su identidad y reivindicarse son absolutamente ciertos. En este caso se trata de BIRKILAND, una firma volcada en promocionar el valor del diseño islandés y que se esmera en explicarnos el significado de cada uno de los artículos que encontramos a través de fantásticas historias. También cuentan con un blog para poder seguir lo que se cuece por allí, o mejor dicho, cómo se cuece, porque la mayoría de los posts son imágenes.

Éstos son algunos de los objetos que podréis encontrar en Birkiland:

Pero si hay algo que verdaderamente me ha gustado de esta página es el Manifiesto en el que dejan claro en lo que creen:

-Creemos que Islandia es única.
-Creemos que hay una creciente necesidad por entender nuestro pasado, nuestra identidad y nuestra historia.
-Amamos todos los colores del arco iris.
-Creemos en el intenso poder de la naturaleza.
-Creemos en la calidad.
-Creemos que el diseño ayudará a crear ventajas para la nación.
-Creemos en el amor y el respeto hacia todas las cosas.
-Creemos en aprender del pasado, mirar al futuro y disfrutar el presente.
-Creemos que nuestra casa debería alimentar tanto el cuerpo como el alma.

Pues por nuestra parte sólo nos queda apuntarnos a este Manifiesto. ¿Alguien más lo hace?