lo que dió de sí INTERGIFT

Una vez más, cumplimos con la visita a la feria Intergift del mes de febrero. Ésta es un poco más tranquila que la de septiembre porque en esa convocatoria la gente está como loca por adquirir cosas para Navidad compulsivamente. Y visualmente también es más relajada porque te evitas los adornos luminosos capaces de acabar con la retina más resistente. Y tampoco tuvimos incidente de salud de ninguno de nosotros, así que en líneas generales fueron unos días de feria buenos.

Como es habitual, visitamos los stands de nuestros proveedores: Balvi, Fisura y Aramis. Es de bien nacido el ser agradecido, por ello desde aquí dar las gracias a Pilar y Ramón, Margarita y Elena (cada uno comerciales de su respectiva marca) por atendernos siempre estupendamente. Éstos están siempre muy concurridos, pero ellos buscan el hueco para comentar las novedades, aconsejar o tener un ratito de charla para preocuparse por la tienda.

Pero no os creáis que todo allí es de color de rosa. Así como digo una cosa digo otra. En el primer post que escribí sobre la feria ya hice referencia a la existencia de comerciales que lo son porque ellos lo dicen y me ratifico en la afirmación. Puedo entender que estén cansados de encontrarse con gente no profesional que va a pasar la mañana y esto les haga estar quemados; pero que el hecho de ser joven o de no tener tienda física sino on-line te conviertan en alguien a quien despreciar, ya no. Y esta es la sensación que te queda después de hablar con algunos de ellos. En el primero de los casos porque tener 60 años no te debe hacer más respetable que alguien de 30. Y en el segundo lugar porque tienes menos vista comercial que un topo con dioptrías si te cierras a las nuevas tecnologías y los tipos de comercio que conllevan.

Pero bueno, estos sinsabores se llevan mejor con unas buenas sesiones de Burger y el paseo por los stands de tiendas como V Dinastía o Andrea House. Eso sí que es clase y buen gusto.
Sobre todas las novedades y reposiciones que hemos comprado no queremos daros ninguna pista para que poco a poco las vayamos descubriendo juntos a través del blog. Esperemos que no tarden mucho en llegar, porque el verdadero misterio de la feria es cuándo llegarán. Pero no os impacientéis que vendrán, ¡claro que lo harán!