¿Os encanta ver verde pero al vivir en un piso no
tenéis jardín? ¿El espíritu jardinero se apodera de vosotros cuando menos lo
esperáis? Claramente formáis parte de aquellos a los que nos gusta tener un jardín en casa y lo intentamos con
todas las plantas que podemos. Algunas salen bien paradas y otras no tanto,
¿verdad? ¿Habéis vuelto del verano y alguna planta de las que cuidabais con
esmero no lo ha superado? Eso me pasó a mí hace una semana y sin dudarlo me fui
a fronda con el siguiente resultado:
En primer término, de izquierda a derecha, podéis
ver un par de begonias (me han asegurado que son muy resistentes, ya lo
comentaremos), albahaca y un singonio (aunque el nombre es raro, es una de las
típicas). Detrás aparece un perejil rizado y un mini-rosal. Vamos a ver si en
próximas entregas constatamos la resistencia de todas éstas.
Pero si no queréis arriesgaros y buscáis una planta
resistente donde las haya, os recomiendo la sanseviera spaghetti. Soy una habitual de los centros de
jardinería, y ésta la cogí porque su aspecto hacía pensar que sería resistente
y cual fue mi sorpresa cuando al buscar sus cuidados en Internet, vi que la
denominan “la indestructible”. Y doy
fe de ello. Sus cuidados son nulos (con echarle un poco de agua con spray una
vez al mes, es más que suficiente). Aquí la tenéis:
Un ejemplo muy interesante de cómo utilizarla, no
solo como decoración sino incluso como elemento arquitectónico, es este café en
Hanover, donde se ha colocado como separador de espacios.
Amigos-de-las-plantas-a-los-que-no-se-nos-da-todo-lo-bien-que-quisiéramos,
¡ésta es nuestra salvación!
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